La Bruja Escarlata. El camino de las Brujas, de James Robinson.
O los cuentos y encuentros de una bruja buena.
Pasados los eventos de Vengadores Desunidos, Dinastía de M y La cruzada de los niños, Wanda ha desaparecido, nadie sabe dónde se encuentra.
La Bruja Escarlata, en su momento más difícil, comienza a percibir que el tejido de la magia se desmorona, y el caos amenaza con destruirla.
Wanda emprende una búsqueda que la llevará a recorrer distintos lugares del mundo, teniendo diferentes encuentros y aventuras, durante los cuales hará de heroína loca ayudando a los necesitados, investigadora de crímenes o exorcista de demonios. Cada prueba será un paso más en su entrenamiento e incremento de experiencia, preparándola para lo que habrá de venir.
El recorrido de la senda de las brujas la llevará a ciudades como París o Kyoto, Hong Kong, pequeños pueblos de Irlanda o del norte de España (veremos incluso mitología vasca), Grecia, Serbia….y en cada lugar tendrá un encuentro con amigos, enemigos, recuerdos del pasado o sencillamente el destino.
La importancia de Pietro y de su mentora Agatha Harkness, la raza mutante y sus orígenes, todo determinará cómo enfrentar los diferentes retos, y el destino que elegirá finalmente.
Estas historias, todas con un hilo conductor del mismo guionista, tienen cada uno un dibujante diferente, que aporta su estilo y explora una faceta del personaje, muy adecuado a cada historia. Cada una es distinta, cada una es importante, y cada una está dibujada de manera más elegante, más sucia, más definida, más mágica, más oscura, y esto aporta un punto extra de calidad.
Me ha gustado mucho conocer a Wanda un poco más interiormente, el viaje por los distintos lugares del mundo, la combinación de la magia y los poderes mutantes, y la profundización en el aspecto de “bruja” en su aspecto “wiccano”.
Mención especial al capítulo dibujado por Marco Rudy , cuyo arte no conocía y me ha parecido espectacular. Y también, a las increíbles portadas del español David Aja , que son para enmarcar todas.